Visitas inesperadas, insultos, amenazas y más democracia.
Posted: 31 mayo, 2011 by ccooaragon in Sin categoría

Vaya por delante que a muchos nos ha parecido un fenómeno sano y necesario el hecho de que numerosos ciudadanos en todo el país se estén movilizando, ocupando pacífica y responsablemente plazas, manifestando malestar por el estado de nuestra democracia, exigiendo más participación, más bienestar, un futuro mejor, más decencia, políticas socialmente más justas.
Pero hoy en las puertas de la sede de CCOO de Aragón, hemos tenido una inesperada visita. Un grupito, procedente de los acampados en la Plaza del Pilar de Zaragoza, de la “comisión de movimiento obrero”, al amparo del movimiento 15 M, por lo que rezaba en la pancarta que portaban, han venido a realizar su particular revolución a las puertas de CCOO. Su acto ha consistido en una caceroladita, por el escaso número de asistentes, mientras gritaban contra los sindicatos mayoritarios.
Insultos, algún escupitajo y acusaciones de vender a los trabajadores. Nada nuevo. Nada que no se haya dicho y hecho ya reiteradamente y siempre de forma crispada por determinados sectores, que dicen ubicarse en la izquierda más radical, desde el final de la dictadura y en el transcurso del largo y difícil camino que desde CCOO hemos venido realizando para el desarrollo y consolidación de un sindicalismo autónomo, reivindicativo y de clase.
Extraño ejercicio de rebeldía la suya que se dirige contra unas organizaciones de trabajadores y trabajadoras, CCOO y UGT, que a menudo en una enorme soledad, hemos señalado con nitidez la responsabilidad de un sistema capitalista depredador en el origen de la crisis que estamos sufriendo, a la par que elaborábamos propuestas y nos movilizábamos.
Vienen a nuestra puerta, en vez de desgastarse en una lucha contra los que de verdad cortan el bacalao en toda esta fiesta de la crisis. Hayque reconocer que es mucho más sencillo, menos peligroso y tiene menos contraindicaciones para su comodidad, hacerlo contra la cercanía sindical, que frente a eso de los mercados, que parecen muy difusos, pero que tienen decenas de variadas sedes comerciales e institucionales en cada ciudad ante las que gritar cargados de razón.
Pero como en otras muchas ocasiones, en momentos que creen tener audiencia, algunos que dicen ser de izquierdas, se apuntan al run-run de la derecha más extrema, política y económica de este país. Y se suman al empeño neo-fascista de desprestigiar a lo que representa la inmensa mayoría del movimiento obrero democrático en nuestro país.
Pretenden ocultar que CCOO y UGT ostentamos el 80% de la representatividad sindical, obtenido en el sistema de elección más directa y con más garantías democráticas de los que se conocen. A nuestros delegados sindicales les votan las personas trabajadoras, directamente, en los tajos. Presentarse a estas elecciones, por cualquier opción sindical es, no solamente libre, sino accesible y sencillo para cualquier trabajador.
Se silencia que las organizaciones sindicales mayoritarias, condición que ostentamos por la decisión democrática directa de millones de trabajadores, no hemos cesado en la lucha por la consecución y ampliación de las libertades, por la consolidación de la democracia, por los derechos laborales y sociales. Por cierto cuando la policía actuaba de forma bien diferente a como lo ha hecho hoy en puerta del Sindicato. Por cierto también, hace tan solo unos meses que la policía cargaba contra compañeros de CCOO y de UGT que estaban defendiendo el puesto de trabajo, ante una multinacional empeñada en destruirlo con un coste ridículo. Hoy la policía, ante el acoso, los insultos y las amenazas de que hemos sido objeto, afortunadamente ha tenido más sentido común y no ha cargado.
Se soslaya la sacrificada, y alargada en el tiempo, lucha por la dignidad y la justicia social que nuestros afiliados no han dejado de sostener. Muchos de ellos lo pagaron con la represión y la cárcel. Muchos siguen pagando su militancia con sacrificio personal y en detrimento de sus carreras profesionales. Y seguiremos en ello.
Nuestros visitantes de hoy, sustentan el mismo mensaje que los bienpagaos de muchas tertulias. Las mismas chorradas exentas de rigor y plenas de sinrazón, sobre la financiación de los sindicatos. Idénticas fábulas acerca de los “liberados” sindicales. Inventos y malintencionados bulos contra las “perversas cúpulas” sindicales, ocultando que no son sino trabajadores y trabajadoras elegidos por sus compañeros, para dedicar una parte de su vida a un intenso trabajo sindical, orientado por el debate y las decisiones colectivas.
Nos acusan de vendidos por no actuar con la “radicalidad” esterilizante que ellos nos escupen. Cualquier acuerdo es acusado de venta al “sistema”. Nos condenan por no hacer las cosas a su dictado. Somos culpables de no hacer “su” revolución. Se permiten el lujo, desde su más absoluta falta de raigambre sindical, de querer darnos lecciones sobre el sentir de las mayorías. Nada de debate, nada de diálogo, solo gritos, insultos, algún escupitajo, amenazas y, ojo, algún señalamiento con los dedos en forma de pistola. Bonito ejercicio de democracia.
La derecha empresarial de nuestro país, los representantes de los grandes poderes económicos, estarían encantados de que el comportamiento de CCOO y UGT fuera similar al de estos de la cacerolada; íbamos a durarles realmente poco.
A buen seguro que la actuación de estos/as cacerolos/as no es aprobado por la mayoría de personas acampadas. Por cierto muchos de ellos afiliados de nuestro Sindicato, participando y colaborando con los objetivos explícitos de Democracia Real Ya.
Lo que deja mal sabor de boca es constatar, como unas minorías, dirigidas quien sabe si con agendas ocultas, pueden acabar echando por tierra el esfuerzo e ilusión de miles de personas que nos identificamos con unas reivindicaciones dirigidas a ampliar los márgenes democráticos, a terminar con muchas de las injusticias que venimos soportando las partes más débiles de la sociedad, a acabar con los privilegios para unos pocos a costa de las mayorías.
Oír muchas de las cosas que se debaten por los campamentos, saber de las propuestas que van surgiendo, es ilusionante y reconfortante. Y lo es mucho más para sindicalistas que militamos en organizaciones como CCOO, desde donde se vienen haciendo planteamientos similares, luchando por la libertad y la dignidad, de forma ininterrumpida desde los tiempos de la dictadura.
Y claro que sabemos de nuestras deficiencias. Las debatimos con frecuencia. Claro que somos conscientes de la necesidad de hacer esfuerzos permanente para mejorar, para ser más permeables, también para ser más eficientes y para representar mejor a nuestros compañeros en los tajos. Yo nos hubiera gustado percibir entre los cacerolos una mínima parte del espíritu autocrítico que cada día podemos comprobar entre nuestros afiliados, representantes y cuadros sindicales.
Pero, de verdad, es muy fuerte constatar, aunque no sea novedoso, que algunos, desde su intransigencia e inmovilismo intelectual, pretendan dar lecciones de comportamiento democrático y de defensa de las personas trabajadoras. El que quiera dar lecciones, que las de en los centros de trabajo, con propuestas y alternativas, que se someta al voto sus compañeros, que rinda cuentas y trabaje sindicalmente cada día.
Julián Buey. Secretario General de CCOO Aragón.